La Muerte Obrayan
Obrayan
No sé si algún día te vuelva a mirar,
sólo sé que ya no estás
No sé si mañana me voy a despertar
en el recuerdo nada más
Coro
Nada es para siempre,
Todo cae de repente
Donde sea que me encuentre
Francisco
Cuando, al fin, le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer
Y aquélla carta decía:
“…si algún día Dios te llama
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré”
En el último beso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba
Obrayan
Cuando la pena nos alcanza
por un ser perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza
Ya no llores
Aunque negra sea la noche
Sale el sol en nuestras flores
Y el panteón es de colores
Coro
Nada es para siempre,
Todo cae de repente
Donde sea que me encuentre (Bis)
Obrayan Francisco
La muerte
se me fueron amigando
Ahí donde dobla el viento
y se cruzan los atajos
Ahí donde brinda la vida
en la esquina de mi barrio