La soledad no está tan sola...
¡No ves que a mí no me abandona!
Como una tempestad que va arrancando los tejados;
no sé quien me quitó lo que jamás me había dado.
Me asomo a la ventana siempre está lloviendo
y en mi vieja radio suena "Sol de invierno".
Perdido en el camino entre el amor y el odio;
tan cerca del cielo como del demonio...
¿Qué ha pasado que no quiere salir?
- Un rayito de sol que me ayude a vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
- Y yo me siento triste si el cielo está gris.
Dame licor de ala de gaviota:
quiero volar, mojarme con las olas.
Dame licor de oreja de conejo
que quiero oír tu voz aunque estés lejos.
Venga, Manolillo, déjame el sombrero;
el del ala ancha que llega hasta el cielo.
Ponlo boca arriba, llénalo de versos;
déjalos volar, ¡que los reparta el viento!.
¿Qué ha pasado que no quiere salir?
- Un rayito de sol que me ayude a vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
- Y yo me siento triste si el cielo está gris.