Veme sangrando el cuerpo
Aullar al cielo hueco
Ya no es sagrado un sueño
Ni el pan ni el vino viejo
Gigantes ciegos somos
Y al mundo le tememos
Locura crece dentro
No hay vida, solo miedo
¡Hay que gritar la locura
Que nos mata
¡Ven a darme luz y paz!
Si estas en verdad, quédate en mí
Toma mi corazón mutilado entre tus manos
Exprímelo hasta que quede
Cenizas y polvo
Que nunca más quiero recordar
Que dios existió dentro de mi
Ángel que duermes mientras
Oyes el cielo y el mar
Dame tu divinidad
¡Amén! ¡amén! ¡amén!
El silencio es la repuesta
A mi locura ansiosa por sanar
Solo me angustia desearte más
El silencio es la respuesta
A mi enfermedad