Con el tiempo jugábamos a protegernos
A cuidarnos a querernos, a no llorar
Y con la distancia jugábamos a no soltarnos
A escribirnos a soñarnos, a copular
Y ahora que acabo el juego quiero
Quiero volver a emprenderlo regresar al incendio, ¡quiero jugar!
Y volar en el cielo, enredarme en tu cuerpo
Y mostrarle a los muertos la razón espiritual
De este amor tan ingrato tan soberbio, tan grato
Tan ardiente tan extraño, tan visceral
Con olor a nostalgia, con color de esperanza
Con sabor a sacrificio, para degustar
El mar es testigo de nuestros caprichos
Su sal y su furia nos van a delatar
Con la lluvia su amante, el mágico estandarte
Que nos brinda agua del cielo de un cráter lunar
Si te veo en el suelo con la tierra en los ojos
Los limpiare a besos para volvernos a escapar
Y volar en el cielo, enredarme en tu cuerpo
Y mostrarle a los muertos la razón espiritual
De este amor tan ingrato tan soberbio, tan grato
Tan ardiente tan extraño, tan visceral
Con olor a nostalgia, con color de esperanza
Con sabor a sacrificio, para degustar