Enfundado en traje sastre de Channel,
con BlackBerry y Macintosh va Manuel,
comisario del Dow Jones y el interés,
yuppie sin remedio agua y pez.
Mientras Martha busca ofertas en el mall,
con sus nalgas de concurso y piel de sol,
curándose la depre con Vuitton,
abrigando la infortuna con visón.
Pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va,
todos van al metro,
justo a algún lugar,
pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va,
al final del día,
van a algún lugar,
pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va.
El cannabis le dio a Juan inmunidad,
para no embarrarse de la sociedad,
mientras Tom persigue a Jerry en la T.V.,
Juan volando en metro va al Tibet.
Tomas es albañil de un edificio,
un spiderman colgado al precipicio,
termina su jornada en la ciudad,
otro más que cree saber adonde va.
Pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabeadonde va,
todos van al metro,
justo a algún lugar,
pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va,
al final del día,
van a algún lugar,
pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va.
Yo no sé donde empezó la soledad,
de esa gente que camina en la ciudad,
si es nostalgia por la vieja guerra fría,
o el progreso cobra con melancolía.
Son las siete y todos van a la estación,
coincidiendo mismo anden, mismo vagón,
cada cual es un pedazo de ciudad,
pero nadie sabe bien adonde va.
Por que nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va,
todos van al metro,
justo a algún lugar,
pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va,
al final del día,
van a algún lugar,
pero nadie sabe adonde va.
Nadie sabe adonde va.
Mohamed se despidió de su mujer,
Pesa 15 kilos más de lo que ayer,
Murmurando en el andén una oración,
Misma hora, mismo tren... mismo vagón.
Nadie sabe adonde va.