Carta de Corea
Desde el campo de batalla
una carta llegó
La recibe una viejita
con angustia y con dolor.
Busca ansiosa a la vecina
para que se la lea
Es la carta del hijo
que se encuentra en Corea.
"Madrecita santa, estoy malherido
y sólo un milagro me podrá salvar
Pídele a la virgen que me dé mi alivio
y que me conceda volverte a mirar
A mi noviecita dile que la llevo dentro de mi alma,
y si no regreso que busque en el mundo quién la haga feliz
Pero tú viejita, no tendrás consuelo
¿Quién podrá quererte cómo yo mamá?"
"Pero tú viejita, no tendrás consuelo
¿Quién podrá quererte cómo yo mamá?"