Llegó el invierno, ya cayó el primer chubasco,
Y no he olvidado, a la mujer que adoro tanto,
Ella se fue en un caballito blanco,
Dejándome un gran dolor,
Que en el pecho no lo aguanto,
Nube viajera que surcas el cielo amplio,
Si tú la vez, dile que yo la idolatro,
Que en mi llanura yo sigo en el mismo rancho
Y mi pobre corazón, ha sufrido tanto y tanto.