Hijo de la Madre Tierra.
Sangre de la antigua selva
te perfuman los copihues
flores cálidas, rojizas.
Surges desde añeros bosques.
Por encendidos maizales
el cañón trae la muerte
la amargura de los males.
Leñador embravecido
por el hacha milenaria
el abrigo de los Andes
fue tu senda temeraria.
Arcabuces, latigazos
y verdugos de tu pueblo
castigaron tu valor
campesino y sembrador.
Caminante de queridos
pedregales del sudor. (bis)
RELATO:
Pusieron la tierra en tus manos
y con la ternura salvaje de tu belleza india:
curtiste huanacos
hilaste vicuña
sembraste maizales.
Diaguita, Hermano mayor de la alfarería.
Artesano del paisaje taciturno,
de eternos tolares
embellecidos
por la nostalgia de la lluvia.
Dónde anda tu luna envejecida
acunando
las cansadas agonías de la dicha?