Te seguiré adorando en el recuerdo,
no habrá sombra que nuble a mi añoranza,
y guardaré el arrullo de tus mil besos
en lo profundo y triste de mi nostalgia.
Que bien dicen por ahí
que de lo bueno se vale Dios,
porque él fué quien te ha llevado
lejos de mí.
Tristes recuerdos me quedan.
Triste nostalgia sin ti.
Hace falta tu presencia, tu ternura,
y esa risa que me hacía tan felíz.
Que triste y sola se ve
esa casita, el nido aquel,
pues se marchó la alegría
de mi vivír.