Yo sé, que tu amor... es un castigo.
Que amarte es pecado mortal
Y que nada,
entre tú y yo es permitido
y entre sombras, nos tenemos que adorar.
Quiéreme,
lo mismo que te estoy queriendo yo...
y mírame,
con fuego en las pupilas de ansiedad.
Tómame...
que a todo estoy dispuesto por tu amor,
y siénteme...
como te siento yo,
búscame...
búscame con el deseo ardiente de pecar,
y bésame...
que sangren nuestros labios al besar.
Júrame...
que aunque el mundo me juzgué,
que aunque todos me acusen
tú me perdonarás.
con el deseo ardiente de pecar,
búscame...
con el deseo ardiente de pecar
y bésame...
que sangren nuestros labios al besar,
júrame...
que aunque el mundo me juzgue,
que aunque todos me acusen
tú me perdonarás