Pepa tiene un camisón
que baila solo una danza,
le hace chiquita la panza
cuando aprieta el cinturón
ya no tiene ni un botón
para apretar la varilla,
tiene un roto en la rodilla
y en otro sitio peor.
El camisón de Pepa
tiene historia. En la Habana
ganó el premio mayor
con su singularidad
no es de tela ni es de seda
ni es un vestido imperial.
Por la calle le hace un talle
que le gritan al pasar:
¡Qué bonita se ve Pepa
con su camisón,
paseando por la Alameda
y por el Malecón!
¡Qué bonita!