Eres el amor
con quien soñé,
eres la ilusión que yo formé;
y eres hoy, mujer,
para mi vida,
la prenda más querida,
la más tierna ilusión.
Traes la ilusión que adiviné,
traes la ansiedad
que imaginé;
y eres hoy, mujer,
lo que más quiero,
porque eres el lucero
de mi atardecer.
Pero no me preguntes
la historia de mi vida;
mi vida comenzó
cuando llegaste tú;
porque, antes,
en tus páginas,
hay tantos desengaños,
mentiras y fracasos
en cosas del amor.
No me preguntes nunca
cómo empecé a quererte,
y déjame, amor mío,
amarte, solo a ti;
las cosas que he vivido
son ya un sueño
olvidado;
hoy quiero, enamorado,
vivir solo por ti.