Mujer que tanto amé
Todo fue un cuento de mil y una noches,
todo un poema de amor y ternura,
nos envidiaba hasta el mar que jugaba
a esconderse entre en las dunas.
Tanto vagar por las noches de luna,
era un andar por arenas doradas,
eran dos almas de amor empapadas
que de quererse jamás se cansaban.
Tuvo en la arena su lecho de espumas,
quiso por techo un cielo estrellado,
y aunque fue mía una noche en verano
ya rendida me engañaba.
Todo fue engaño y falsas promesas,
todo mentira que lindas mentiras,
era su cuerpo cual fruta de mayo
que otros brazos también maduraba.
Dónde estás ahora mujer que tanto amé,
tu risa mañanera sigue despertándome;
si al volver dijeras olvido no logré
mi razón diría
mientes, mientes, mientes
eres mujer.
Tanto vagar por las noches de luna,
era un andar por arenas doradas,
eran dos almas de amor empapadas
que de quererse jamás se cansaban.
Dónde estás a hora mujer que tanto amé,
tu risa mañanera sigue despertándome;
si al volver dijeras olvido no logré
mi razón diría
mientes, mientes, mientes
eres mujer.