No tendría que esperarte hasta el otro carnaval,
si tuviese tus labios mordiéndome esta noche,
si tuviese tu duda arañando mi destino,
Pachamama, a vos yo te pido
que mi ángel retorne a su nido.
Paso el día sentado en la esquina de la soledad,
escribiendo poemas que dejo en botellas vacías.
Aquel río que lleva y devuelve alegrías,
Pachamama, a vos yo te pido, su felicidad.
Te pido, en agosto, te pido que vuelva,
te pido sus besos en la primavera,
te pido, mi mente me sueñe con ella
y que no me olvide, que muero de pena.
Paso el día sentado en la esquina de la soledad,
escribiendo poemas que dejo en botellas vacías.
De aquel río que lleva y devuelve alegrías,
Pachamama, a vos yo te pido, su felicidad.
Te pido, en agosto, te pido que vuelva,
te pido sus besos en la primavera,
te pido, mi mente me sueñe con ella
y que no me olvide, que muero de pena.
Te pido, en agosto, te pido que vuelva,
te pido sus besos en la primavera,
te pido, mi mente me sueñe con ella
y que no me olvide, que muero de pena.
Te pido, en agosto, te pido que vuelva,
te pido sus besos en la primavera,
te pido, mi mente me sueñe con ella
y que no me olvide, que muero de pena.
Que muero de pena.
Que muero de pena.