Para mañana
Quiero morir una tarde
con el sol en las entrañas.
Ser en los ceibos mi sangre,
ser mis manos en sus ramas,
que tal vez con viento tibio
hagan del tiempo guitarra.
Quiero besar el principio
de una noche no besada.
Trepar en la niebla lenta,
inaugurar la vidala,
quebrarme en llanto allá arriba,
volver rocío en el alba.
Sencilla semilla humilde seré.
Me alumbraré entre la tierra total
para brotar desde el barro.
Vientre final de mi sombra.
Seré campo, seré río,
por siempre canto y guitarra.
Estar en el vino ardiendo
del bagualero sin nombre.
Despertarlo de sus días;
madurarle un pecho abierto
ser en su grito la magia
que pena un dolor tan cierto.
Abrirme por seis caminos
envejecerme en la luz.
Juntar esos seis destinos,
maderas de un nuevo sol,
que me ilumine alborada
en mi noche del adiós.