Te eras la hija
Del viejito guarda faro
La princesita de aquella soledad
Y le decían con amor los pescadores
Que era la perla
Más bonita y blanca
Que guardaba el mar
Fue para ella
Que cantaron los marinos
Que cruzaban
Las serenas aguas
Huérfanas de amor
Y en sus cantos
Llenos de cariño
Siempre le decían
Que brillaban sus ojos
Más que el faro y el Sol
Y escuchando las dulces palabras
De aquellos marinos
Feliz sonreía
Para todos guardaba esperanzas
Pues era tan buena
Que a todos quería
Y el ensueño de aquellos cantares
Volcaba alegría en su corazón
Y solita en aquellos lugares
También como todas
Forjó una ilusión
Y en las noches
Obscuras y tristes
Si la luz del faro
En su barco da
Se recuerdan de aquellos ojazos
Y a veces algunos
Se ven lagrimear