De purreta soñabas con un cielo
Bordado en diez baldosas de rayuela
Y el sol te iba pintando rulos de oro
Que entonces fue champán de tu inocencia.
Después, tus veinte abriles noveleros
Se rindieron al son de un tango amargo
Y en un carmín cortejo de malvones
Desangraba su pena el arrabal.
Y hoy no mirás atrás
Porque en tu risa cruel
Cien noches sin final
Hieren tu boca
Por eso te aturdís
Con música y champán
Buscando destrozar
Tu vida loca
Carmín
Siempre está el sitio que dejaste ayer
Carmín
Siempre hay dos manos que rogando están
Ya es tiempo de llorar
Con llanto de malvón
Con lágrimas de fe
Carmín volvé
Que te importa dejar tu mundo nuevo
Tu mundo, con fronteras de egoísmo
Si la moneda vil que te arrojaron
La fuiste a recoger en el abismo
Ayer, tenías el sol en tu rayuela
Alumbrando tu vida simple y pura
Y hoy, que tenés la pista iluminada
Está a oscuras tu pobre corazón