Una falda y una blusa
tras la barra de algún bar
donde el polvo no se limpia
forma parte del lugar
diez miradas
y la tuya no sabe donde estar.
No me mires a los ojos
no me obligues a decir
cosas de las que más tarde me podría arrepentir
no me mires cuando sirves
a un viejo que al mirarte se deshace
en un sillón del bar.
¿Cuánto más seguirás?,
¿cuánto más duraré sin venirte a decir,
luego que vas a hacer al terminar?
Hay un charco en el lavabo
moscas en el mostrador
hay un tipo que ha dejado un billete para ti
no te agaches a cogerlo
que se te puede ver
desde tu lunar hasta el corazón.
Ya no sé si podré,
ya no sé si sabré esperar sin mirar,
a que salgas de aquí y a ir por ahí.
Carne de bar que a todos atrae
carne de bar que a todos distrae.