Lamentaré todos mis días
buscando por donde comenzar,
resignaré las sensaciones,
mis ojos ya no te buscarán,
entre lazos que desaten
tu piel me sigue haciendo mutar,
aunque tu savia me envenene
jamás la podré olvidar.
Y tu adentro es mi refugio...
Adiós, hasta aquí he llegado
y despiértame cada vez que me soñás.
Convenceré con mis palabras Canciones de Cabezones
al ángel que descuidó el lugar,
y entre mis dedos más perversos
tocaré toda tu eternidad,
aunque tu norte se bifurque
y tu alma no pare de sangrar,
aunque tu savia me envenene
jamás la dejare de tomar.
Y todo era perfecto...
Adiós, hasta aquí he llegado
y despiértame cada vez que me soñás,
te amaré todos mis días
en silencio lo sabrás.