Silencio
Duermen en mi jardín
las blancas azucenas,
los nardos y las rosas.
Mi alma muy triste y pesarosa
a las flores quiere ocultar
su amargo dolor.
Yo no quiero que las flores sepan
los tormentos que me da la vida.
Si supieran lo que estoy sufriendo
de pena morirían también.
Silencio, que están durmiendo
los nardos y las azucenas.
No quiero que sepan mis penas
porque si me ven llorando morirán.
No quiero que sepan mis penas
porque si me ven llorando morirán.
Silencio, silencio.
(J. C. M. P.)