Todo acabó deprisa, se congeló la brisa, fueron dos palabras, fueron dos palabras.
No dijo nada extraño, no quiso hacerme daño, pero el miedo pesa, más que la razón.
Y yo, que soy un perro que no tiene dueño, me escapé, corrí como un niño pequeño,
recordé que a veces el mundo va en serio,
fueron dos palabras, fueron dos palabras.
Quisimos evitarlo, quizás disimularlo, éramos cobardes, sólo dos cobardes, culpables e inocentes de sueños diferentes, que se perdonaban, hasta la verdad.
Y tú, jamás, pensaste que me lo dirías pero yo callé mas de lo que debía,nos cegó la luz de aquel ultimo día, fueron dos palabras, fueron dos palabras.
Y yo, que soy un perro que no tiene dueño, me escapé, corrí como un niño pequeño, recordé que a veces el mundo va en serio, fueron dos palabras, fueron dos palabras.
(Gracias a Lorenaba por esta letra)