Es para mí el amor habitante de los sueños,
Es como el agua y la sal convertidos en un mar;
Así era nuestro amor, una extraña melodía.
Nunca le faltó color, con el sol de medio dia;
Con todos sus imposibles, con todos sus argumentos.
Ambos vivimos momentos difíciles de olvidar.
A veces una canción golpea en lo profundo,
Recuerdo que te amé mucho y tiemblo cuando la escucho;
Me ulcera, me calcina, clavada como una espina,
Crónica y recurrente me persigue donde voy.
A veces no sé quién soy, y tú eres mi propia sombra.
Somos el tal para cual, dos nacidos para amar.
Pobrecito nuestro amor, cristalino y tan profundo,
Que tuvo que naufragar en las arenas del mundo.
Es para mí el amor habitante de los sueños,
Es como el agua y la sal convertidos en un mar;
Así era nuestro amor, una extraña melodía.
Nunca le faltó color, con el sol de medio dia;
Con todos sus imposibles, con todos sus argumentos.
Ambos vivimos momentos difíciles de olvidar.
A veces una canción golpea en lo profundo,
Recuerdo que te amé mucho y tiemblo cuando la escucho;
Me ulcera, me calcina, clavada como una espina,
Crónica y recurrente me persigue donde voy.
A veces no sé quién soy, y tú eres mi propia sombra.
Somos el tal para cual, dos nacidos para amar.
Pobrecito nuestro amor, cristalino y tan profundo,
Que tuvo que naufragar en las arenas del mundo.