Ya no tengo fe ni guardo apariencias
y tengo una amante que se llama octubre
no se cuantas veces ya me he envenenado
solo se que amé.
Yo amé como aman los locos
bajo la luna llena,
y yo derramo mi alma
cuando adentro me duele,
me hierve y me quema.
Yo no creo en dioses, no me representan,
en medio del Valle no existen las puertas,
llevo varios trajes hechos con mentiras
y solo me desnudo cuando nadie mira.
Te asomaste a mis ojos, pero yo ya no estaba,
en el aire un quejío y una raya en el agua.
Yo quise parar el tiempo
y mientras tanto me hice viejo,
y pegué la cara en el cristal.
Yo quise tirar al fuego
todos los malos recuerdos
y dejar la mente descansar.
Móntate en mi barco que zarpa,
aprieta los puños y rabia,
vigílate bien las espaldas
que vienen las ratas
y cualquiera te mata.