¿Quién decide que en la vida vienes a alcanzar tus sueños?
¿Quién se esconde las heridas, que adormitan en el cuerpo?
¿Quién me explica si en la ausencia hay cariño verdadero?
Que me colme de paciencia en mis noches de desvelo.
Déjame hablar señor juez, ya que soy mayor de edad,
Por favor escuche usted, la historia que voy a contar,
hoy no le habla la pared, hoy le habla la verdad.
Déjame hablar señor juez, no interrumpa mi función,
cuando acabe de contar, si me ven aún llorar
será porque un viejo sastre remendó mi corazón.
Déjame hablar señor juez, seré muy breve y eficaz,
seguro que salgo absuelto y no cargo con el muerto que se me puso en mi nacer.
Fueron dos seres enamorados, que terminaron peleados.
Y que no tiene ná que ver, son las cosas de la vida, son las cosas del querer.
Y ya que soy mayor de edad y déjame hablar señor juez.
Custodia, custodia, custodia, repartieron mi cariño, mi infancia, mis años, con una custodia.
Custodia, custodia, custodia, me tuvisteis 20 años como la falsa moneda, como el que está en una noria.
Que si me toca con mi padre y mañana con mi madre,
y al final es que fue mi abuela con dos pares de cojones la que me sacó adelante.
¿Quién decide que en la vida vienes a alcanzar tus sueños?
¿Quién se esconde las heridas que adormitan en el cuerpo?
¿Quién me explica si en la ausencia hay cariño verdadero?
Que me colme de paciencia en mis noches de desvelo.
Admito que es mi defensa y en honor a la verdad,
llevé mi penitencia con una correa y con un bozal,
y ahora, que a mis años, tengo el viento a mi favor,
ahora que en mi nombre vengo a darle una lección,
sepan que vuestras leyes fueron creadas por el hombre,
y el hombre por dinero y es capaz manchar su nombre,
así que quede claro, que le he hablado en pos de dios,
soy la luz del desamparo concebida del amor.
Y que no tiene ná que ver, son las cosas de la vida, son las cositas del querer.
Porque ya soy mayor de edad, y déjeme hablar señor juez.
Custodia, custodia, custodia, repartieron mi cariño, mis años, mi infancia, con una custodia.
Custodia, custodia, custodia, me tuvisteis 20 años como la falsa moneda, como el que está en una noria.
Ya puede archivar el caso, mi condena ha sido bastante,
sepa usted que en el regazo que puso en mi abuela senté mi talante.
Custodia, custodia, custodia, y solo soy una maldita custodia.
Custodia, custodia, custodia, y solo soy una maldita custodia.
(Gracias a Zulema por esta letra)