tanto tiempo disfrutamos de este amor
nuestras almas se acercaron tanto, asi
que yo guardo tu calor, pero tu llevas tambien sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir
bastaría con abrazarse y conversar
tanta vida yo te dí, que por fuerza llevas ya sabor a mí.
No pretendo ser tu duerño
no soy nada, yo no tengo vanidad.
De mi vida doy lo bueno
soy tan pobre...¿qué otra cosa puedo dar?
Pasarán más de mil años, muchos más,
yo no sé si tendrá amor la eternidad;
pero allá tal como aquí en la boca llevarás sabor a mí.